El impacto de la fábrica inteligente en la industria petroquímica

Una nueva revolución que tiene el potencial de alterar fundamentalmente los procesos industriales, incluyendo la fabricación, la ingeniería, los materiales, las cadenas de suministro y la gestión del ciclo de vida, ha sido desencadenada por las oportunidades y retos de la industria petroquímica y la aparición de tecnologías altamente disruptivas. El experto en petroquímica y tecnología IoT, el ingeniero venezolano Saul Ameliach Orta ofrece su perspectiva ante esta nueva oportunidad para la industria.

La Smart Factory, de reciente creación, se ha convertido en un actor importante de la industria petroquímica y ha adoptado una técnica de fabricación disruptiva.

“La Smart Factory o fábrica inteligente, que difiere de los procesos de producción tradicionales del sector petroquímico, tiene que evaluar y posicionar su futura agenda de investigación, incluyendo su definición, intenciones, estructura y tecnología.“ explica Saul Ameliach.

La esencia detrás del concepto de Smart Factory yace en priorizar el pensamiento del sistema y su resolución de problemas.

Un estudio sugiere un proyecto de ciclo de vida y una hoja de ruta operativa y tecnológica consensuada basada en la comprensión de las fuerzas motrices para el desarrollo de fábricas inteligentes.

“La industria petroquímica se enfrenta actualmente a nuevas dificultades provocadas por una normativa más estricta en materia de protección del medio ambiente y conservación de la energía, la presión para reducir los costes de los productos, la variedad de fuentes de materias primas, las necesidades especializadas de los clientes, la combinación y optimización de la cadena de suministro, y otros factores.” agrega el ingeniero venezolano.

El Internet de las Cosas o el IoT, por sus siglas en inglés (Internet of Things), la computación en la nube, la robótica y las tecnologías de big data forman parte de una nueva ola de avances científicos y tecnológicos. Además, el modo de producción de la industria petroquímica ha experimentado cambios revolucionarios debido a la integración de las tecnologías de la información (TI) con las tecnologías de operaciones y fabricación.

El concepto de Smart Factory aplicado a la industria petroquímica

Las comunidades académica e industrial definen la «fábrica inteligente» desde diversos ángulos. Se principalmente la fábrica inteligente desde el punto de vista de la producción inteligente centrada en CPS (Cyber Physical Systems), mientras que SMLC (Smart Manufacturing Leadership Coalition) discute sobre todo las fábricas inteligentes desde los puntos de vista del conocimiento y la modelización. Las fábricas inteligentes son geniales cuando se ven desde el punto de vista de la integración de la industrialización y las aplicaciones informáticas, centrándose en el refinado de petróleo y las empresas químicas.

En consecuencia, el experto en petroquímica Saul Ameliach explicó que una fábrica inteligente en la industria petroquímica puede definirse desde dos perspectivas:

  1. Una fábrica inteligente en el sector petroquímico se centra en toda la cadena de producción industrial de productos petroquímicos. Para lograr la integración horizontal, vertical y de extremo a extremo de las fábricas, combina estrechamente las TI de nueva generación con las personas, las tecnologías operativas de procesos/equipos y los procesos de producción petroquímica existentes.

“Esto a su vez además, mejora el nivel de funcionamiento y gestión de las fábricas de una forma más delicada y dinámica y facilita la innovación en los modelos de fabricación y de negocio optimizando las cuatro capacidades clave de conocimiento de la ubicación global, previsión y alerta temprana, optimización colaborativa y decisiones científicas.” Agrega Saul Ameliach Orta.

  1. En el sector petroquímico, una fábrica inteligente crea una nueva generación del entorno de producción petroquímica que se caracteriza por la detección ubicua y los servicios inteligentes que enlazan sensores ubicuos, hardware inteligente, sistemas de control, instalaciones informáticas y terminales de información en una red inteligente a través de CPS.

A esto el experto venezolano agrega: “Esto se hace para comprender lo conectados que están los negocios, las personas, las cosas y los servicios, así como para producir, integrar y utilizar tantos recursos de información, conocimientos y experiencia como sea posible.”

“En pocas palabras, una fábrica inteligente en el sector petroquímico es una instalación nueva y vanguardista que se centra en lograr la excelencia operativa de la fábrica, al tiempo que es respetuosa con el medio ambiente, altamente eficiente, segura y sostenible.” asevera Saul Ameliach.

Factibilidad aplicativa

La visión tecnológica y el proyecto de una «fábrica inteligente» en la industria petroquímica se basan en la informática de las plantas petroquímicas y amplían la simulación tradicional de la ingeniería química. Esto permite controlar y gestionar una fábrica real mediante el funcionamiento y la colaboración simultáneos de una fábrica real y una fábrica virtual.

Un marco tecnológico para una fábrica inteligente en el sector petroquímico considera que una comprensión holística del entorno físico es esencial para la construcción de una fábrica inteligente, y que las aplicaciones empresariales inteligentes con capacidades de optimización y toma de decisiones pueden fomentar la cooperación intersectorial y la optimización global de la producción petroquímica.

Además, se hace mayor hincapié en los factores humanos para crear la próxima generación de centros de producción y operaciones centrados en las personas. Esto permitirá que las personas adecuadas accedan a la información y los recursos necesarios en los momentos y lugares adecuados para innovar el modelo de negocio. Por último, se requieren investigaciones principalmente en tecnologías críticas para el desarrollo prioritario teniendo en cuenta los patrones en el desarrollo industrial.

“Antes de que pueda desarrollarse con éxito una fábrica inteligente, deben realizarse muchos esfuerzos impulsados por las necesidades de aplicación y las tecnologías relacionadas, ya que la investigación sobre este tema se encuentra todavía en sus primeras fases y el estudio teórico pertinente no ha comenzado hasta hace poco.” Concluye Saul Ameliach Orta.